Si en la segunda jornada el protagonismo correspondió al yeclano Sergio Domínguez con una fuga que rondó los 70 kilómetros, hoy ha sido el manchego Oscar García-Casarrubios, que se ha hecho acompañar del bieloruso del Xacobeo-Galicia, Vladimir Isaychev, y del italiano el Acqua Sapone, Alessandro Fantini, en otra larga fuga muy madrugadora, casi de salida, y que acabó por ser anulada cuando se avistaba la ciudad meta de esta tercera jornada de la 45 Vuelta a Turquía, Bodrum.
La salida se daba entorno a las 12:45 horas en la costera localidad de Kusadasi, bajo un cielo parcialmente nuboso y una temperatura algo fresquita. Al lugar del inicio de etapa suele llegarse con una hora de antelación, para cumplir así con los preceptivos actos protocolarios y de proximidad a los ciudadanos y aficionados, que suelen poblar en abundancia tanto las salidas como las llegadas, y que suelen mostrar un sorprendente interés por fotografiarse con esos ciclistas que, de no ser por la celebración de esta carrera tan internacional, solo pueden ver a través de la televisión. Es de agradecer la gran expectación y calado social, además de consabido mediático, que concita esta Vuelta a Turquía.
Retornando a lo acontecido en carrera, nos referiámos a esa fuga de la jornada de tres valientes que osaron abrirse camino en solitario camino de Bodrum y con practicamente la totalidad del kilometraje de esta tercera etapa (166) por delante. La fuga la compuso también inicialmente Zvonimir Pokupec, del Loborika, pero pronto acabó cediendo el testigo y reintegrándose al pelotón. "El entendimiento fue muy bueno desde el principio, aunque de cara a la lucha por el Gran Premio de Montaña del puerto de segunda categoría (ubicado en el hito kilómetrico 117.5) las fuerzas ya no fueran las mismas para los tres", comenta García-Casarrubios. El terreno ondulado, el viento y el basto firme de la carretera favoreció a los tres fugados en cuanto a ganar distancia respecto a un pelotón tímidamente comandado por el equipo del líder, el Navigare. Posteriormente hubo incursiones en este comentido de control a cargo de los Baroworld y de Acqua et Sapone, además de otros. Aún así las diferencias crecieron hasta rondar los doce minutos entorno al kilómetro 80.
"Cuando nos disponíamos a disputar el Gran Premio de la Montaña, que era el primer puerto puntuable en lo que llevamos de carrera y que, por tanto, daría a conocer al primer líder en esta claificación, cambié al plato grande para intetar responder al brusco demarraje de Isaychev, pero el desviador del plato no respondió adecuadamente, dí unas pedaladas en falso, e incluso, para colmo, llegué a golpearme la rodilla, lo que me hizo perder una distancia que, aunque corta, acabaría por obligarme a entregar la cuchara, ya que en el muy próximo descenso, iba a resultar muy complicado dar caza a los qe habían sido mis compañeros de fuga", detalló García-Casarrubios.
"Cuando nos disponíamos a disputar el Gran Premio de la Montaña, que era el primer puerto puntuable en lo que llevamos de carrera y que, por tanto, daría a conocer al primer líder en esta claificación, cambié al plato grande para intetar responder al brusco demarraje de Isaychev, pero el desviador del plato no respondió adecuadamente, dí unas pedaladas en falso, e incluso, para colmo, llegué a golpearme la rodilla, lo que me hizo perder una distancia que, aunque corta, acabaría por obligarme a entregar la cuchara, ya que en el muy próximo descenso, iba a resultar muy complicado dar caza a los qe habían sido mis compañeros de fuga", detalló García-Casarrubios.
Mañana se disputa la que, sobre el papel, dibuja un muy abrupto perfil, digno de ser considerada la jornada 'reina' de esta 45 Vuelta a Turquía. Se desarrollará entre Bodrum, meta de la tercera jornada de hoy martres, donde se impuso al esprint Andre Schulze (PSK-Ger), para acabar 166 kilómetros después en Marmaris. Incluye dos purtos puntuables, de primera y de segunda categorí, respectivamente.
Fuente: Contentpolis-AMPO
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