Ajetrada jornada inaugural en la Vuelta a Azerbaiyán. Las inclemencias meteorológicas unidas a las peculiaridades del trazado se alían en beneficio de los lugareños, y a los integrantes del Heraklion-Kastro Murcia les coge por sorpresa.
"En torno al kilómetro 35, el pelotón cambia el sentido de la marcha, y el ya presente viento arrecia hasta el punto de que, unido a la lluvia, que hace acto de presencia también, hace que el trazado en sí se convierta en una emboscada para los foráneos". Varios representantes de los equipos locales se erigen en cabeza de carrera. "Sabían perfectamente cuando y dónde había que forzar la marcha con la formación de abanicos. 'Metieron cuneta' y hubo que plantearse la carrera como una persecución contra reloj por equipos".
Los murcianos no fueron los únicos que penaron; los representantes norteuropeos también tuvieron que emplearse a fondo en un terreno más favorables a su perfil de rodadores.
"Rovira pasaba por dificultades que creemos salvables de cara a posteriores jornadas, algo más propicias para nosotros, de modo que Serrano, García-Casarrubios, González y Guardiola trabajaron de lo lindo para limar diferencias. Un excepcional trabajo, pero a que estaban obligados".
Por delante, el triple vencedor final de la carrera, Mizbani, junto a el doble ganador -también- Askari, sacaban tajada del golpe de efecto táctico. Rafa Serrano, en el puesto quince, era el mejor de los Heraklion-Kastro-Murcia clasificado.
"Esto no acaba más que empezar. Sin duda que ha sido un duro golpe, ya de salida, pero queda la esperanza del posterior terreno, cuando asome la montaña, para tratar de recuperar el terreno perdido, sin descartar una posible victoria parcial".
Fuente: Prensa Heraklion Kastro-Murcia
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